PASEANTES
Actualmente las construcciones urbanas han dejado de ser pensadas y enfocadas hacia el individuo, provocando una desproporción entre lo que podríamos llamar escala humana y escala urbana. Las características estructurales y socioculturales de aquellos lugares, influyen en las formas de utilización y tránsito de los espacios públicos, estableciéndose un nuevo habitar, donde la experiencia de lugar como espacio particular y propio desaparece.
Mi trabajo se centra en la representación simbólica de la sensación de desamparo y soledad en las sociedades actuales. Síndrome que pareciera ser intrínseco de las grandes metrópolis, y que termina por aislar a los individuos dentro de la multitud. Situación paradójica, kafkiana, en que la arquitectura se magnifica en el acto de empequeñecernos, distanciarnos, volvernos ausentes e invisibles.
Por medio de escenarios donde los Paseantes contrastan con la estructura, como una masa anónima que pulula en el cotidiano de una urbe, hablo de experiencias individuales, de presencias que se insinúan. Aludo aquella “errancia de las soledades singulares” (1), vista a través de estructuras acromegálicas, que crecen inversamente proporcional a la fragilidad humana.
(1) AUGÉ, Marc. Non-Lieux, introduction à une anthropologie de la surmodernité. Le Seuil, 1992